La inserción laboral de los egresados de la Universidad de la República
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Suele decirse que los graduados de la UDELAR se incorporan tardíamente al mundo de la ocupación. Tratemos de que un poco de información contribuya a un análisis más sólido de la situación, lo que es especialmente recomendable en todo lo que se refiere a la educación.
La Dirección de Planeamiento de la UDELAR ha elaborado información relativa a quienes se graduaron en 2011, los que constituyeron la promoción más numerosa en la historia de la Universidad. Lo primero a destacar es que, al momento de recibir el título, 79% ya estaba trabajando. Corresponde descartar pues toda evaluación en la cual implícitamente se asuma que es sólo después de su graduación que nuestros egresados ingresan al mundo laboral.
Más aún, entre quienes no trabajaban al momento de graduarse, 68% lo había hecho antes. En otras palabras, 93% de los egresados de la UDELAR en 2011 ya contaban al egresar con experiencia laboral.
Concentremos la atención en quienes estaban trabajando al momento de graduarse. De ellos, la mitad lo hacía en una ocupación “muy relacionada” con su carrera, casi 14% en una ocupación “relacionada” con esa carrera y casi 12% en una ocupación “parcialmente relacionada” con la misma. Grosso modo, el 60% de todos los que recibieron un título de la UDELAR en 2011 ya tenían en ese momento experiencia laboral vinculada con su profesión.
Una de las experiencias más prometedoras, aunque todavía incipientes, es la de las carreras compartidas, vale decir, brindadas en conjunto entre distintas Facultades y otros Servicios Universitarios. El 94% de quienes concluyeron en 2011 una carrera de ese tipo ya estaba trabajando en ese momento.
Dada la atención que últimamente se ha prestado a las llamadas carreras tecnológicas, vale la pena mirar en particular algunos datos relacionados con Agronomía, Ingeniería y Química, carreras cuyo carácter tecnológico en sentido estricto no puede ponerse en duda. Al momento de graduarse trabajaban más de las tres cuartas partes de los agrónomos, la gran mayoría de los ingenieros (95%) y casi todos los químicos (98%). Entre los que trabajaban, las tres cuartas partes de agrónomos, ingenieros y químicos lo hacían en ocupaciones “muy relacionadas” con sus carreras. En otras palabras, ya estaban en el ámbito hacia el que los impulsa su vocación.
En suma, no se ajusta a los hechos la afirmación de que los estudiantes de la UDELAR sólo ingresan al mundo laboral a partir de los 30 años.
Por el contrario, la nuestra es una Universidad de estudiantes que trabajan, y desde mucho antes de recibirse. Datos preliminares del último Censo de Estudiantes confirman los obtenidos cinco años antes: grosso modo, las tres cuartas partes de todo el estudiantado de la UDELAR forma parte de la Población Económicamente Activa, vale decir, trabaja o busca trabajo. Incluso creció la proporción de los que están efectivamente ocupados: era el 55,6% de todos los estudiantes censados en 2007 y se elevó al 60,1% de todos los estudiantes censados en 2012.
En ese marco es que se viene transformando la enseñanza: diversificando modalidades educativas, respaldando personalizadamente los aprendizajes, semipresencializando los cursos, etc. Buscamos apoyar a los estudiantes para que les sea menos difícil trabajar y estudiar a la vez. Debemos impulsarlos a que culminen más y más pronto sus carreras, porque eso les sirve a ellos, a sus familias y al país. Tenemos que aprovechar la riqueza potencial de combinar educación y trabajo. Lo que no podemos hacer, y no hacemos, es ignorar que ésta es una Universidad de estudiantes que trabajan.
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